Este curso sirve para ayudarte a evaluar si adquirir una franquicia es la mejor opción. Te ayudará a entender tus obligaciones como dueño de la franquicia, cómo buscar oportunidades de franquicias, y cómo preguntar las cuestiones adecuadas antes de invertir.
Una franquicia te permite, como inversor o " franquiciado", gestionar un negocio. Pagando una inversión inicial de la franquicia, que puede costar varios miles de euros, adquieres un formato o sistema desarrollado por la compañía (el " franquiciador" o " enseña"), el derecho a utilizar su nombre de marca por un tiempo limitado, y formación o asesoramiento. Por ejemplo, el franquiciador puede ayudarte a encontrar una localización para tu negocio; proporcionar la formación inicial (training) y un manual de operaciones; y aconsejarte en la gerencia, la comercialización, y el personal. Algunas enseñas ofrecen soporte tal como boletines de noticias mensuales, un número de teléfono gratis para la asistencia técnica, y talleres o seminarios periódicos.
Mientras que comprar una franquicia puede reducir tu riesgo en la inversión permitiéndote asociarte a una compañía establecida, a la vez puede ser costoso. También puede que tengas que renunciar a cierto control sobre tu negocio, mientras que adquieres obligaciones contractuales con la compañía franquiciadora.
A continuación te describimos los componentes de un sistema típico de franquicia. Analiza cada uno de ellos cuidadosamente.
El coste
A cambio de obtener el derecho de utilizar la marca de la franquicia y su asesoramiento, puedes tener que pagar todos o alguno de los siguientes honorarios:
-
Inversión inicial y otros costes
La inversión inicial de la franquicia, que puede ser no reembolsable, puede costar desde miles hasta cientos de miles de euros. También puedes tener costes significativos al alquilar, construir, y/o equipar un negocio y para comprar inventario o stock inicial. Otros costes incluyen licencias de funcionamiento y seguros. También puede que tengas que pagar una inversión de apertura a la compañía para promocionar tu nuevo establecimiento.
-
Pagos de royalty continuos
Puede que tengas que pagar los royalties o derechos del franquiciador, basados en un porcentaje de tus ingresos brutos semanales o mensuales. A veces, debes pagar estos derechos aunque tu negocio no haya obtenido ingresos significativos durante ese periodo de tiempo. Los royalties se pagan generalmente para tener el derecho de utilizar el nombre o marca de la enseña. Por eso, incluso si el franquiciador no cumple su obligación de proporcionar el servicio de asesoramiento prometido, puede que debas pagar royalties durante el tiempo de contrato de franquicia.
-
Honorarios de publicidad
Puedes que tengas que pagar un fondo de publicidad. Una parte de los honorarios de publicidad puede ir destinada a campañas nacionales de publicidad o para atraer nuevos franquiciados, pero no irá destinada al público objetivo de tu franquicia en particular.
Controles
Para asegurarse la uniformidad en todas sus franquicias, los franquiciadores normalmente controlan cómo cada dueño dirige su negocio. Estos controles pueden limitar tu habilidad de gestionar tu propio negocio. Los siguientes son ejemplos típicos de estos controles.
-
Aprobación del sitio
Muchas enseñas aprueban previamente los lugares para emplazar las franquicias. Esto puede aumentar las probabilidades de que tu franquicia atraiga a clientes. Sin embargo, puede que no aprueben el lugar que tú deseas.
-
Estándares de diseño o imagen
Los franquiciadores pueden imponer el diseño o el aspecto para asegurar que los clientes reciban la misma calidad de productos y servicios en cada establecimiento. Algunas veces requieren renovaciones periódicas o cambios del diseño cada temporada. El cumplimiento de estos estándares puede incrementar tus gastos.
-
Restricciones en los productos y servicios en venta
Por ejemplo, como dueño de una franquicia restaurante, no puedes agregar a tu menú platos populares ni suprimir los platos que te parecen impopulares.
-
Restricciones en el método de gestión
Los franquiciadores pueden imponerte una forma determinada de gestionar el negocio. Por ejemplo: horarios, uniformes de empleados, anuncios aprobados previamente, o seguir ciertos procedimientos en la contabilidad. También pueden imponerte comprar solamente a determinados proveedores, aunque puedas comprar mercancías similares a otros proveedores a un costo más bajo.
-
Restricciones en el área de ventas
La enseña puede limitar tu negocio a un territorio específico. Mientras que estas restricciones territoriales pueden asegurarte que otras franquicias no compitan contigo por los mismos clientes, también podrían impedirte abrir establecimientos adicionales o trasladarte a una localización más provechosa.
Cierres y renovación
Puedes perder el derecho a tu franquicia si incumples el contrato. Además, el contrato de la franquicia es por un tiempo limitado; no hay garantía de que podrás renovarlo.
-
Cierre de la franquicia
Un franquiciador puede terminar tu contrato de franquicia si, por ejemplo, no puedes pagar derechos o seguir estándares de funcionamiento y restricciones de ventas. Si eso ocurre, puedes perder tu inversión.
-
Renovaciones
Los contratos de franquicia suelen tener una duración de 15 a 20 años. Después de ese tiempo, la compañía puede declinar renovar tu contrato. También debes saber que las renovaciones no deben mantener necesariamente las condiciones originales. Por ejemplo, el franquiciador puede aumentar los pagos de royalties, o imponer nuevos estándares de diseño y restricciones de ventas.
Capítulo 2: Antes de seleccionar un tipo de franquicia
Volver al índice