Carrichoco, una franquicia para llevar a cuestas

Un emprendedor, un carrito y chocolate derretido es la fórmula que propone Carrichoco para desarrollar un nuevo negocio en franquicia. El sistema es simple: consiste en la venta de especialidades en chocolate "a través de un espacio móvil y visualmente espectacular". Los productos van desde las brochetas de fruta y complementos bañados en chocolate hasta los crepes o crepalettes.

Con origen en Barcelona, esta empresa ha comenzado este año su búsqueda de franquiciados, a los que ofrece "la posibilidad de acercar una fuente al público de los centros comerciales", explica su responsable de marketing, Román Alcázar.

En su página web podemos ver toda una declaración de intenciones para combatir la crisis: "El chocolate derretirá sus preocupaciones económicas". La venta de este lujo es asequible. Este es uno de los objetivos principales de la enseña: "acercar una fuente de chocolate al público de los centros comerciales".

La "unidad móvil" de Carrichoco proporciona "una armónica combinación entre diseño y funcionalidad", además de asegurar un fácil montaje, almacenaje y transporte. Además, el carro puede personalizarse o incluso ampliarse a la medida para otros productos, como helados o perritos calientes.

Por el momento, sólo cuenta con una unidad propia y este verano acaba de abrir su primera franquicia. Por su facilidad de gestión, el negocio está indicado para emprendedores que busquen un autoempleo, la central se encarga de ofrecerles soporte técnico durante un tiempo estipulado. La inversión de Carrochoco parte de 9.975 euros, y no requiere el pago de ningún canon. Además, existe la posibilidad de alquiler con opción a compra. No existe un requisito de población mínima y el espacio es tan sólo de 2,5 metros cuadrados.