El perfil del emprendedor en España se ha rejuvenecido debido a la desfavorable coyuntura económica y el aumento del paro. EL emprendedor actual es hombre, joven, español, con estudios primarios o FP, según el informe de Global Entrepeneurship Monitor (GEM) 2009 elaborado por el IE Business School en colaboración con diferentes empresas y organismos públicos.
Otras de las características que más se repiten entre los emprendedores españoles son: con una renta de entre 10.000 y 30.000 euros. En 2009 la edad media era de 36 años, frente a los 38 del ejercicio anterior, lo que se explica por la mayor incidencia que está teniendo el desempleo entre los jóvenes. Ante la falta de oportunidades, emprender surge como una opción a tener en cuenta. Cada vez son más personas las que ven salidas profesionales en realizarse como sus propios jefes.
Los datos del informe muestran como la mayoría de los emprendedores se concentran en el tramo de entre 25 a 44 años, siendo más importante la actividad hasta los 34 años.
Cada vez existe más formación específica orientada a la actividad emprendedora. De hecho, por primera vez más del 50% de los emprendedores recientes y potenciales afirman tener este tipo de formación en algún grado. Para los responsables del estudio esta "es una de las asignaturas pendientes", la formación "es el pilar de la calidad y de las posibilidades de desarrollo de las empresas con futuro".
En cuanto al nivel de renta de los emprendedores que están iniciando su negocio y de aquellos emprendedores potenciales tiende a situarse en los intervalos medios y bajos. Este hecho puede resultar negativo, ya que implica una menor capacidad de inversión propia y la creación de la empresa y, por tanto, una necesidad de endeudamiento mayor.
En España, el 21% de la actividad emprendedora responde a un modelo familiar y el tamaño medio del hogar del emprendedor es ligeramente superior a tres personas.
Las mujeres emprendedoras reducen su actividad
Durante el año pasado la participación femenina en la actividad emprendedora se ha visto muy perjudicada, dando marcha atrás en los avances conseguidos en los últimos años. La diferencia con los hombres se ha ampliado en este sentido, aunque en ambos casos se haya reducido, un 35% en mujeres, y un 22,1% en la de los hombres. La tasa total de actividad emprendedora masculina es del 6,3% y la femenina del 3,9%.
Según se desprende del informe GEM, las iniciativas de las mujeres tienen más a no tener empleados o a contar sólo con entre 1 y 5 trabajadores. Lo que contrasta con las empresas creadas por varones, que se concentran más en tramo de 6 a 19 empleados.
Por otra parte, las mujeres prefieren implantar su negocio en el sector orientado al consumo, con un 71% de las empresas frente al 42% masculino. Finalmente, las iniciativas femeninas tienden a ser más innovadoras en producto o servicio que las masculinas.