Emprender para salir del paro

La tasa de paro de la Unión Europea en mayo fue del 8,9%. Europa destruye empleo y la situación en los Estados Unidos no es mejor, con una tasa de paro del 6,1% y 605.000 nuevos parados desde enero. Todos los sectores y todos los puestos de trabajo están afectados, lo que incluye, como es lógico, a los graduados MBA.

La presión del mercado laboral ha llevado a los MBA a buscar salidas en sectores hasta ahora casi desconocidos y en tipos de empresas que hasta hace apenas unos meses eran rechazadas sin miramientos, como las PYME. Pero aún así encontrar un trabajo sigue siendo complicado para muchos graduados y la capacidad de colocación de escuelas de negocio y clubes de antiguos alumnos también se ha visto reducida. ¿Cuáles son las opciones de este entorno? Básicamente se pueden reducir a dos: trabajar gratis y emprender un negocio por cuenta propia.

Por muy descabellada que parezca la primera idea, cada vez son más las personas que optan por trabajar de forma gratuita mientras buscan un empleo remunerado, algo que, evidentemente, no ayuda a la recuperación de la economía. La segunda opción es más productiva y, aunque representa más riesgos, empieza a calar, especialmente entre los grados MBA. En el fondo, la elección entre desempleo y trabajo por cuenta propia parece clara a favor de la segunda. El mayor problema suele ser el dinero. Emprender no siempre es barato y en estos momentos la financiación escasea, pero siempre se puede enfocar de otra forma: ya que vas a estar sin cobrar, por lo menos que sea por tu propio negocio.

Las escuelas de negocio son plenamente conscientes de las dificultades económicas de sus graduados y también de los problemas para acceder a financiación por parte de quienes desean emprender por su cuenta. Por eso algunas empiezan a ofrecer ayuda y asesoramiento de todo tipo, económico incluido. Se trata de una respuesta lógica ante la frustración de muchos de los 'MBAs', que después de haber destinado una importante inversión a la consecución de este título son incapaces de encontrar trabajo, incluso en los puestos más bajos de la cadena. Esto es algo que se plantean tanto los graduados como quienes se encuentran en su último año de MBA y deben salir a un mercado laboral nada hospitalario. Ante la posibilidad de asegurarse un puesto fijo remunerado, mejor emprender.

Las cifras no engañan y el número de startups de recién graduados ha crecido este año, aunque lo hace en el peor entorno posible. En el primer trimestre de 2009 la actividad de las empresas de capital riesgo en Estados Unidos se limitó a 3.000 millones de euros, la cifra más baja de los 12 últimos años, lo que pone en peligro el simple nacimiento de muchas de las ideas. Como es lógico, a nadie le gusta ver como sus iniciativas se quedan a medio camino y las escuelas de negocios lo saben y por eso están supliendo, en la medida de lo posible, al capital privado.

Las medidas de las escuelas son de lo más variado y van desde incubadoras de verano hasta nuevos cursos al respecto pasando por consejos adicionales y asesoramiento extra para empezar un negocio. Los estudiantes agradecen estas iniciativas, conscientes de que puede que no haya un trabajo esperando a la salida de las clases.