Internet revitaliza las empresas de mensajería

Nacex, enseña de mensajería urgente para empresas del grupo Logista (en manos de Imperial Tobacco), resiste la acometida de la crisis mejor que algunos competidores. Eso, al menos, dicen las cifras. En su último ejercicio, cerrado en septiembre del 2009, Nacex vendió el 7,2% menos -226 millones de euros-, cuando la actividad de mensajería en su conjunto cayó el año pasado el 14%, según Manuel Orihuela, subdirector general de la compañía.

Los que más padecen la recesión son las empresas que transportan palets hasta los topes (el sector industrial está produciendo menos), y no bultos que, de forma muy excepcional, llegan a pesar hasta 40 kilos. «Nunca transportaremos algo que una persona sola no pueda manejar. El peso medio de los envíos que manejamos es de unos tres kilos», dice Orihuela.

Los negros nubarrones que han descargado en las perspectivas del sector ya se veían venir en el 2007, año en que Nacex reforzó la apuesta por el único mercado que le está proporcionando crecimiento: los envíos de las tiendas en internet. «Ya suponen entre el 8% y el 9% de los envíos». El sector salud (envío de medicinas, análisis de pacientes, equipos y prótesis), que aporta el 40% de las ventas, «mantiene su demanda estable», pero otros mercados han retrocedido. «Ya no transportamos tantos teléfonos móviles y equipos de electrónica de consumo en general. Asimismo, ha descendido la necesidad de enviar contratos y otros documentos originales, a causa del enfriamiento de las actividades hipotecaria y de consolidación de crédito».

Nacex no es la única empresa del sector que ha ofrecido sus servicios a las tiendas on line. En un sector maduro como el de la mensajería, con una salvaje competencia endurecida por la crisis, el auge de los pedidos online da cierto alivio. Según Orihuela, aún estamos en una primera etapa de la relación entre mensajeros y vendedores on line: «Las tiendas de internet todavía no son fieles a un proveedor». A Nacex este mercado le ha supuesto llevar paquetes a un destinatario al que no estaba demasiado acostumbrado (ya había hecho envíos de teletienda o venta por catálogo): aquel que te puede abrir la puerta de casa en pantuflas y bata, el consumidor final del bien que ha sido transportado. «Es una entrega en apariencia conflictiva porque la persona puede estar ausente, pero con un sistema de mensajes de prealerta que hemos diseñado logramos entregar el pedido a la primera en más de un 90% de ocasiones».

El crecimiento a través de franquicias -lo son 10 de sus 313 establecimientos en España, Portugal y Andorra- facilita, según Orihuela, una estructura de costes óptima. «Los franquiciados, en tanto que empresarios, nunca van a contratar más gente de la necesaria. Y, si hace falta, se suben a la moto o al coche y hacen ellos mismos el envío». Esa pobre ratio de número de centros propios en relación al número de centros franquiciados, del 3%, quizá no daría buenos resultados en otros negocios organizados en franquicia, como cadenas de tiendas o de restaurantes de comida rápida. «Fui franquiciado de MRW en los 90, y tengo claro que la agencia necesita apoyo, por ejemplo en el trato con clientes multinacionales, con las que desde la central hablamos de tú a tú».

Para Orihuela, la relación ha de ser de ganar-ganar: «Lo peor es que la cara visible de una agencia cambie cada poco ». Nacex da trabajo a 2.240 personas, de las que 1.300 son repartidores. «Unos 650 -los que hacen más repartos-van equipados con PDA, lo que facilita la productividad».