La Banquisa abre su primer establecimiento franquiciado en Barcelona

Este nuevo establecimiento va a estar regentado por Sonia Pinteño Escribano, joven empresaria que ha decidido explotar ella sola este negocio gracias al incondicional apoyo familiar. El local se encuentra situado en la céntrica Plaza de Cataluña, 13 bajo. "Desde el principio, la imagen de La Banquisa me encantó. Los 40 años de experiencia que la compañía tiene en el sector le avalan. Montar un negocio propio era uno de mis objetivo, y éste pertenece a una parcela que cubre una necesidad básica, la de alimentarnos, sabiendo que hay que hacerlo correctamente y con productos de calidad. En estos aspectos La Banquisa tiene la mejor relación calidad-precio" explica Sonia.

La cadena La Banquisa cuenta con una amplia y variada gama de productos que cubren todas las necesidades alimenticias. Su método de congelación, la ultracongelación, permite conservar las propiedades nutricionales gracias a que este proceso se realiza de una forma rápida y en el momento oportuno para preservar intactas, no sólo los nutrientes, sino también las texturas de los alimentos. Los establecimientos están configurados con maquinaria y tecnología de última generación, ofreciendo así al cliente final un producto de primera calidad.

La Banquisa ha trazado desde el primer momento un plan racional de crecimiento que le permitirá abrir 50 tiendas durante los próximos cinco años. No obstante, el ritmo de aperturas se pretende hacer de forma consolidada y segura. "Es decir, el ritmo de aperturas va a ser el que permita ir absorbiendo la central tanto por los problemas de logística como de fabricación del producto se requiera. Además, se quiere ser muy exigente en la selección tanto del perfil del emprendedor como del local", explica Miguel Ángel Guerrero, director general de la compañía.

La superficie recomendada para instalarse como franquiciado de La Banquisa es de unos 60 metros cuadrados, preferible en esquina y no tiene que estar en calles principales, en poblaciones de más de 12.000 habitantes y en barrios populares, junto a mercados de abastos o tiendas y supermercados de alimentación, dado que el producto de venta está muy ligado al consumo de barrio. Se trata de cubrir la necesidad social de tiendas especializadas ubicadas en barrios cercanos para satisfacer la fuerte demanda del mercado para éste tipo de productos y por supuesto a un precio competitivo.