La franquicia resiste la crisis: el desempleo apenas aumenta un 1%

Así, la peor evolución corresponde a las empresas relacionadas con la actividad inmobiliaria y financiera "ámbitos que en general han sufrido mucho", según afirmó el presidente de la Asociación Española de Franquicias (AEF), Xavier Vallhonrat. "En cambio, negocios como los de belleza o la cosmética han crecido", añadió. En 2009 se han abierto 39 licencias, pero al destruirse otras, el balance positivo bajó a 20.
El resultado en cuanto al número de establecimientos no es tan alentador.

En el sector inmobiliario cerraron 432 puntos de venta, y en él de los servicios financieros, 335. La gran caída de ambos quedó compensada, aunque sólo en parte, por la llegada de nuevas franquicias y la apertura de más establecimientos -entre las recién implantadas y las que ya estaban asentadas en España-. Así, la pérdida se limitó a 551. La pérdida de firmas entre las inmobiliarias se quedó en ocho y en el área financiera en cuatro.

Los sectores que tiran con fuerza son varios. Por ejemplo, "Líder Móvil, de telefonía, requiere tan solo una pequeña inversión, y supone la introducción de un mercado nuevo en España, que ha tenido mucho éxito", añadió Vallhonrat. Igualmente destacó que "una cadena de lencería, con capacidad y de fondo, abrió en poco tiempo seis tiendas en Barcelona".

El 18,1% de las franquicias que hay en España son extrajeras.

Este año se abrieron siete más: cuatro italianas, una de Andorra, otra de Corea del Sur y otra de Noruega. Principalmente provienen de Estados Unidos y Francia, e Italia les sigue muy de cerca. Según el presidente de la AEF, España se encuentra en un buen momento para gestionar franquicias, pues "si el concepto es bueno en su tierra, aquí también lo será". Pero hay que tener en cuenta que, aunque "las cifras no son malas", los negocios que han subido "son los de inversión más baja".

En cuestión de empleo, se registró a finales de julio una destrucción de 2.065 puestos de trabajo. Los sectores inmobiliario y financiero contabilizan cerca de 3.000 trabajadores menos, mientras que otros, como el de mobiliario y textil hogar; oficina, papelería y librería, o las tiendas especializadas, aumentaron en número de empleados. Así, lo que se pierde por un lado se recupera por el otro, y da como resultado un balance de tan solo un 0,9% menos de puestos de trabajo.

En cuanto a la facturación, se incrementó un 3,8% el año pasado respecto a 2007. El sector que más facturó fue el de la alimentación, seguido de la hostelería y las agencias de viajes. Cuatro comunidades autónomas concentran la mayor parte de las firmas de las franquicias y la facturación. Madrid, Barcelona, Valencia y Andalucía, suman el 79,7% de los establecimientos y el 85,8% de la facturación.