Las vitaminas en franquicia corren a cargo de In-Vitta

Fue en 2007 cuando In-Vitta, la red de vitaminas para el cuidado personal, quiso beneficiarse de un consumidor que apostaba por mejorar su calidad de vida. Una tendencia que sigue vigente a día de hoy y que esta cadena desea seguir explotando. El cuidado integral de la salud ha sido la base de su modelo de negocio, desarrollado por los dos centros propios de la marca.

El deseo de expansión por parte de la firma, ha llevado a la misma al sistema de franquicia; gracias al que podrá consolidar su oferta de productos naturales que abarcan desde la salud y el bienestar hasta la belleza natural, pasando por el deporte, la dieta y el descanso. Asimismo, esta compañía dispone del Espacio In-Vitta de Atención Personalizada, gracias al que proporciona asistencia dietética y nutricional. Siempre facilitada por profesionales de la salud y con la ventaja de ser un servicio gratuito.

Con una inversión inicial de 26.000 euros, a los que e suman 1.000 euros anuales en concepto de canon de entrada, aquel interesado en el cuidado personal podrá ser franquiciado de esta cadena. Franquiciar este concepto supone invertir en "un negocio de baja inversión, rentable y estable que aporta liquidez desde el primer momento", explican desde In-Vitta. El hecho de no hacer frente a royalty y formar parte de una cadena dotada de imagen de marca gracias a la publicidad realizada por la central, es una buena alternativa para el autoempleo. Siempre y cuando el emprendedor esté dispuesto a propiciar la modernización de un sector en auge para cubrir las exigencias de los clientes, pues este es el fin último de la enseña.