Un porcentaje similar confiesa haber cambiado su corte de pelo como medida de ánimo para afrontar la situación. Los que conocen la teoría del lipstick index, o índice del pintalabios, no se extrañarán de estos datos. Y es que desde hace años se correlaciona el aumento de ventas del carmín de color rojo con los ciclos de crisis.
Así, parece que la difícil coyuntura económica no menosacaba la preocupación por la belleza, sino que puede incluso fomentarla. «Todos estamos dispuestos a apretarnos el cinturón y a restringir gastos, sin embargo, a lo que la gente no está dispuesta es a renunciar a su salud, a su bienestar y a sentirse bien consigo misma», apunta Teresa Zamora, responsable de comunicación de la consultora de franquicias Barbadillo Asociados.
Belleza sí, pero no a cualquier precio. En los últimos tiempos, los negocios relacionados con la estética han bajado de las alturas para expandirse a pie de calle, a pie de barrio. A las tradicionales peluquerías se están sumando centros dedicados a la depilación, al cuidado de las uñas, a la lucha contra la celulitis... Muchos de estos negocios dependen de franquicias que están acometiendo ambiciosos procesos de expansión. Según la consultora Tormo & Asociados este tipo de locales de franquicias pueden superar los 2.000 en toda la provincia de Málaga, a los que habría que añadir los negocios independientes, que van desde la peluquería de toda la vida a las clínicas de cirugía plástica.
Belleza sí, pero barata
Sin embargo, las intervenciones quirúrgicas con finalidad estética han caído entre un 40% y un 50% en el último año. Estos servicios, de precio elevado, sufren los envites de la crisis, pero en cambio ganan clientes los centros a pie de calle que llevan a cabo tratamientos más simples a precios asequibles.
«Uno de los factores de éxito de las franquicias de este sector es que han sido capaz de generar paquetes de servicios muy atractivos en precio, como los bonos de un número limitado de sesiones, las tarifas planas, o los precios homogéneos de servicios», explica María Dolores Sevillano, directora de consultoría de Tormo.
Proliferan los establecimientos que ofertan tratamientos para eliminar el vello, las arrugas, la celulitis o todo a la vez. «Especialización o diversificación, no cabe duda de que el negocio de la estética y la belleza es, a día de hoy, uno de los más dinámicos», afirma Teresa Zamora.
En estos momentos, pueden contabilizarse hasta ocho empresas malagueñas relacionadas con el mundo de la belleza que han elegido la fórmula de la franquicia para expandir su negocio por toda España. Una de las primeras fue D-Uñas, cadena de establecimientos enfocados al cuidado de manos y pies y que este año pretende alcanzar los 35 locales (actualmente tiene 24). La enseña, que cerró 2009 con unos 800.000 euros de facturación, inauguró recientemente un nuevo establecimiento en la provincia de Barcelona. Es el tercero que abre en Cataluña, que se confirma como un mercado prioritario en su plan de crecimiento, según explican desde la compañía.
Una de las últimas firmas malagueñas en aventurarse en el sector de la estética ha sido Opencel, que ofrece servicios de fotodepilación, cavitación, radiofrecuencia y presoterapia. «En un solo centro el cliente puede recibir varios tratamientos en una única visita al revolucionario precio de 25 euros por cinco sesiones», comenta su director general, Alejandro Ruiz.
Tras dos meses de andadura, Opencel cuenta ya con seis locales en ciudades como Fuengirola, Valencia o Zaragoza. «Esta gran acogida nos hace ser optimistas y tener unas previsiones muy positivas para el primer año. En este plazo nos gustaría alcanzar los 30 establecimientos en diferentes provincias españolas y diez en Portugal», señala Ruiz, que destaca la reducida inversión inicial que tiene que afrontar el franquiciado, lo que lo convierte en una interesante opción para inversores o para personas en busca de autoempleo.
Firmas malagueñas
Otras franquicias locales relacionadas con el negocio de la belleza y el bienestar son Capricho Look Fashion (peluquería), D-Pílate (fotodepilación), Bailine (tratamientos de estética), Botegga Verde (cosmética), Nefertiti (bioestética), Nebro (peluquería y estética) y Cellulem Block (tratamiento de celulitis y adelgazamiento).
Paralelamente, empresas provenientes de otras provincias han puesto su punto de mira en Málaga. Es el caso de Biothecare Estétika, de Granada, que cuenta con centros en la capital y en Torremolinos, además de 28 repartidos por el resto de Andalucía. La firma ha dado a conocer esta misma semana que a lo largo de este año tiene previsto poner en marcha 23 establecimientos más, incluyendo tres en la Costa del Sol (uno en Benalmádena, uno en el barrio de El Palo y otro en el centro de Málaga).
Pendiente de desembarcar también está 30 Zone, enseña que ha rizado el rizo de la depilación porque presta tratamiento a domicilio en centros de estética concertados.
Este hecho ha sido precisamente criticado por los especialistas en estética que trabajan desde clínicas sanitarias, que están sometidas a un mayor control en cuanto a la cualificación de su personal y a los equipos técnicos.
La media de inversión en estas nuevas franquicias suele situarse por debajo de los 60.000 euros como consecuencia del abaratamiento de las máquinas y de que el local que se requiere es relativamente pequeño, según Teresa Zamora, de Barbadillo, quien recalca que en los últimos años se ha ampliado también el abanico de la clientela: «El culto al cuerpo, patrimonio y monopolio hasta ahora casi exclusivo de la mujer, está captando cada vez más adeptos entre los hombres, que dedican tiempo y dinero a su cuidado personal y estético», opina.
Tanto es así que ya hay incluso centros específicos de estética masculina como Life & Men, con media docena de locales en España.
Las farmacias se suben al carro de las dietas
La preocupación de buena parte de la población por mantenerse en su peso ideal ha encendido la bombilla de muchos farmacéuticos, que han visto en ello la posibilidad de incorporar un servicio más a sus negocios.De un tiempo a esta parte, muchas farmacias han empezado a incorporar técnicos especialistas en nutrición o dietética que se encargan de dar consejos a los clientes del establecimiento. Así lo reconoce el presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Málaga, Javier Tudela, quien, eso sí, recuerda que este tipo de servicios no es nuevo.
«El título de farmacia habilita para dar consejos nutricionales; eso es algo que se ha hecho desde siempre», señala Tudela, que también reconoce que en los últimos tiempos se nota una mayor concienciación en la población a la hora de cuidar su dieta.
Por eso, las farmacias tradicionales han querido reforzar ese área para así plantar cara a numerosas franquicias de dietética y parafarmacia que han surgido estos años para prestar ese servicio. Desde el sector explican que el llamado título de técnico nutricionista, que otorgan las facultades de farmacia y algunas escuelas privadas, llama cada vez más la atención de los boticarios, que o bien se especializan también en ese ámbito, o bien contratan a un titulado para que atienda a su clientela. En este sentido, el presidente del colegio oficial recomienda acudir siempre a un especialista y huir de las llamadas dietas milagro . «Se han puesto de moda unos métodos de adelgazamiento que no tienen ninguna base científica», indica Tudela, quien añade que cualquier régimen siempre debe ir acompañado de ejercicio físico.
Cadenas en expansión
Entre las franquicias especializadas en nutrición que más rápidamente se han expandido en los últimos años está Naturhouse, presente en más de 30 países y que cuenta con 19 establecimientos en la provincia de Málaga. Precisamente hace un par de años Naturhouse protagonizó una intensa polémica con la Asociación Española de Dietistas-Nutricionistas, después de que el presidente de esta organización dijera que en sus establecimientos no siempre era un técnico nutricionista quien atendía las consultas. Herbalife, Nutricare o Fitness Nutrition son otras cadenas del sector presentes en Málaga.