Quebramar potencia su \"flota de franquicias\" en España

Fundada en 1989 de la mano de Gonçalo Estévez, Quebramar ha sabido convertirse en una marca de referencia en el mercado portugués. Su moda casual, cómoda y versátil inspirada en el mundo de la vela y la navegación ofrece a los clientes prendas deportivas con un toque informal. La enseña quiere potenciar ahora su crecimiento en España y llegar a cosechar el mismo éxito que en el país vecino.

Y llega al mercado español a través de franquicias, el método que desde la cadena se considera como la mejor estrategia en el mercado español. "Por la dimensión y la dispersión geográfica del mercado español consideramos que la franquicia sería la mejor estrategia de expansión. Eso y el hecho de que Quebramar tiene ya una larga experiencia en Portugal con franquiciados". Asegura Gonçalo Esteves, general manager de la enseña.

En el mercado portugués goza de un gran reconocimiento por parte del público y quiere replicar este éxito también en España. Así que en 2002 Quebramar inicia en Madrid su expansión a través de la apertura de tiendas propias, acompañada de la entrada en El Corte Inglés y "que ha permitido a la marca conocer cada vez más la forma de actuación en el mercado español.", señala Esteves. Ahora su objetivo es ampliar su red de franquiciados en el mercado español, donde "zonas como Andalucía y Madrid son privilegiadas para la implantación de una tienda Quebramar".

La evolución de esta enseña viene de la mano de Esteves, que consiguió crear una marca de inspiración náutica vendida en un primer momento a través de catálogos, y de la familia Regojo, que se integra en el proyecto en 1998 aportando su experiencia centenaria en el sector textil. En 1999 nace la empresa Terra Mítica S.A. cuyo objetivo es la expansión internacional y posicionar la marca Quebramar en las principales superficies comerciales de la península ibérica. Hoy cuentan con 48 establecimientos, 10 de ellos en España.

Además, la enseña ha constituido un largo cirrículum de patrocinios en el mundo de la vela de alta competición, que traduce los valores de la marca y comunica con un mercado objetivo importante. En cuanto a su modelo de negocio, Quebramar ha tenido en el universo de la náutica y de la vela de competición sus primeros aficionados, pero además, "presenta una gran diversidad de propuestas en prendas y complementos adecuados a un público generalizado que comparte con la marca sus valores", afirma Gonçalo Esteves.

También apuestan por un espacio llamativo. "La tienda está diseñada como si fuera un barco. Estructuras verticales simulando los cascos de madera (ahí se coloca la ropa masculina), y zonas de colores blancos para la femenina".

Para poner en marcha un establecimiento de esta firma, la inversión inicial es de 1.300 euros el metro cuadrado, en locales de unos 100 metros cuadrados ubicados en poblaciones de más de 50.000 habitantes.