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U-Republic, la renovación del ocio en franquicia
11 de junio de 2010
(España)
Diseñado por espacios compuestos de salas privadas para el disfrute de videojuegos, U-Republic, que ya se ha ganado el favor de la clientela en su centro de Castelldefels, busca ahora nuevas ubicaciones de la mano de la franquicia. Su baza fuerte: la tecnología al servicio del ocio.
"Ven con quien quieras, elige sala, consola y juego. Y diviértete". Con este gancho U-Republic se ha ganado un hueco en el ocio de Castelledefels y quiere conseguir lo mismo en el resto del territorio nacional. Un grupo de profesionales con experiencia en los sectores del ocio, los videojuegos y el marketing pretenden revolucionar un nicho de mercado cuya oferta precisa de una profunda renovación. "Los centros comerciales nos ven como una necesidad para reforzar la zona de ocio, que se ha quedado obsoleta", señala Enric López, director de Expansión.
U-Republic está diseñado como un espacio compuesto por salas privadas e insonorizadas, de diferentes tamaños y equipadas con las últimas tecnologías de imagen y sonido donde los "ciudadanos" -clientes- pueden "habitar" -alquilar- las salas privadas, disfrutando "mucho mejor que en casa" de la emoción de los últimos videojuegos, las retransmisiones deportivas o las celebraciones más originales y aptas para todos los públicos. Además, el negocio cuenta con una zona de bar y un córner de venta de novedades y merchandising como líneas de negocio alternativas.
Auge de los videojuegos
Los responsables de U-Republic quieren aprovechar el tirón del segmento más dinámico del ocio y es que, con 1.200 millones de euros facturados, la industria del videojuego acapara ya el 53% del mercado de entretenimiento, superando al conjunto de cine, DVD y música.
La cadena, que mantiene una activa política de fidelización y una estrecha relación con proveedores como Sony o Nin-tendo, tiene como prioridad desembarcar en Madrid, en cuya comunidad ya ha cerrado tres aperturas, y mantiene negociaciones avanzadas para abrir en la zona norte y el Levante peninsular.
Autoempleo o inversor
En cuanto al perfil del franquiciado, desde la cadena se apuesta por un autoempleado con recursos suficientes para hacer frente a la inversión, si bien el negocio también está indicado para inversores gracias a la posibilidad de gestionar el centro mediante acceso remoto, gracias al software de gestión y control propio U-R Bit. Por otro lado, la cadena ofrece un modelo de financiación externo para que los emprendedores puedan acceder a los 269.000 euros aproximados que requieren un local de 300 m2.