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Caja Madrid aspira a hacerse con CajaSur para su fusión fría

11 de junio de 2010

Imprimir Ficha de Caja Madrid aspira a hacerse con CajaSur para su fusión fría

Semana frenética para las cajas de ahorros. Al cierre del plazo dado por el Banco de España para poder presentar proyectos de integración, que concluye el próximo martes, se le une el acelerón dado en el proceso de venta de CajaSur, entidad intervenida por el supervisor hace dos semanas.

El 21 de julio se cierra el período para que las entidades interesadas en el negocio de la caja cordobesa hagan ofertas no vinculantes. Los posibles compradores que salgan de esta preselección harán su estudio de la operación y una oferta definitiva en julio. Todo, para que, a lo sumo, en septiembre, CajaSur ya tenga un nuevo dueño.

Una de las entidades que más interés tiene en el negocio de la entidad intervenida es Caja Madrid. Su presidente, Rodrigo Rato, necesita sumar activos a su proyecto de fusión fría (en el que están Insular de Canarias, Laietana, Caja Ávila, Segovia y Rioja). El problema es que estas cajas juntas sólo incrementan un 18% el tamaño de la caja madrileña.

El criterio del supervisor
Uno de los criterios que el Fondo de Reestructución Ordenada Bancaria (Frob) "tiene en cuenta" para dar el apoyo público a las fusiones frías es que el tamaño de la caja resultante sea un 25% superior que la caja más grande del SIP. En esta tesitura, a Caja Madrid le vendría de perlas sumar los más de 18.000 millones de activos de CajaSur, una compra que aspiran completar con éxito, según diversas fuentes financieras consultadas. De esta forma, cumpliría con todos los requisitos que contempla el supervisor. La entidad tiene previsto solicitar al Frob entre 2.500 y 3.000 millones de euros. La caja no quiso comentar ayer oficialmente este aspecto.

No obstante, la caja que preside Rato no estará sola. Fuentes cercanas a la operación señalan que hay dos candidatas claras a entrar en la puja final: Ibercaja y BBK. Ambas entidades tiene una buena solvencia y no han cerrado ninguna operación en el proceso de reestructuración. Ninguna de las dos cajas confirman abiertamente su interés. En el caso de BBK, ya ha intentado sin éxito comprar el negocio bancario de Caja Castilla-La Mancha (CCM), la primera caja intervenida, y unirse en SIP a CAM.

Otra de las entidades que están trabajando para presentar una futura oferta por CajaSur es la sevillana CajaSol, en plena fusión con Caja Guadalajara. Las fuentes consultadas indican que esta entidad quiere seguir incrementando su tamaño y está, además, en conversaciones con Caja Badajoz e Insular de Canarias, que también estudia unirse al SIP de Caja Madrid, para su integración.

La situación de la caja
Nomura, el banco de inversión encargado de la puesta en el mercado de la caja intervenida, está sondeando a todos los posibles aspirantes. Además, Deloitte lleva dos semanas trabajando en la comprobación de los estados financieros de la entidad, que podría necesitar un apoyo de más de 2.500 millones de euros de capital procedentes del Frob.

Al cierre del año pasado, la caja tenía 1.513 millones de euros en créditos deteriorados, según consta en el informe de auditoría. Además, cuenta con 278 millones en activos inmobiliarios adjudicados y el Frob ha tenido que inyectarle una cantidad indeterminada (más de 523 millones) para que recuperase el mínimo legal de solvencia.

El antecedente que marca la operación de CCM
Caja Castilla-La Mancha (CCM) fue la primera caja de ahorros intervenida de la historia, en marzo de 2009. Además, su venta al Grupo Cajastur supuso un antes y un después en el sector: el presidente de la entidad asturiana, Manuel Menéndez, planteó una adquisición a través de su filial bancaria Banco Liberta.

Muchos en el sector de cajas vieron en este movimiento el principio de la bancarización del sector de cajas, un proceso irreversible. Cajastur lograba incrementar su tamaño, dar negocio a su ficha bancaria y evitar que el peso de Castilla-La Mancha en sus órganos de gobierno superase al del Principado de Asturias. Los expertos del sector han visto en este movimiento un precedente que la entidad que se haga con CajaSur podría intentar imitar. CCM pasará a operar como Banco CCM y la caja se convertirá en una fundación que gestionará la obra social y la liquidación de la corporación empresarial de la entidad machega. En este proceso intervendrá Cajastur, aunque la corporación se ha quedado fuera de la compra. El coste del rescate de CCM podría ascender hasta los 6.275 millones de euros, con cargo al Fondo de Garantía de Depósitos de las cajas.