La adjudicación hoy de Caja Sur cierra el nuevo mapa de las cajas de ahorros

El proceso de reestructuración que se inició a finales de junio del año pasado con la puesta en marcha del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob) concluye con un resultado final de 18 entidades de las 45 cajas iniciales. Además, cinco de los nuevos proyectos se han estructurado como un Sistema Institucional de Protección (SIP), por lo que contarán con un banco que es susceptible de salir a bolsa.

Los dos principales candidatos para hacerse con CajaSur son Unicaja y BBK. Ambas cuentan con un ratio de core capital (recursos propios básicos sobre activos) amplio (del 12,2 y del 14,5%, respectivamente), lo que les permitirá asumir esta adquisición con garantías de no poner en entredicho su propia solvencia. Además, existe una ley no escrita desde que se inició el proceso de reordenación de que las cajas se quedan dentro del sector, lo que ha restado posibilidades a Sabadell, que había hecho una agresiva oferta. Finalmente, se ha descolgado en el proceso final.

Unicaja conoce profundamente a la caja cordobesa debido a que intentó fusionarse con ella hasta que se produjo la intervención, por el rechazo de los directivos de CajaSur. Además, en los planes de la caja malagueña entraría a largo plazo la creación de una gran entidad del sur de España, con Cajasol en su seno.

No obstante, BBK cuenta con una fortaleza fundamental, además del capital, y es que el solapamiento de su red de oficinas con el de CajaSur es mínimo, por lo que se puede presumir que el coste laboral será menor en esta oferta.

Con todo, fuentes del proceso indican que ambas entidades han hecho ofertas altamente competitivas. El principal mandato que tiene el Banco de España es el de reducir el coste para el erario público para rescatar la operación, por lo que en la elección final también se ha tenido en cuenta los recursos que pide cada caja al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob).

CajaSur ya ha recibido una inyección del Frob de 800 millones de euros para recuperar su solvencia tras su intervención y los cálculos apuntan que el coste de su rescate podría superar los 2.500 millones.