La inversión en franquicias crece como opción de autoempleo

Detrás de cada establecimiento franquiciado, aún de la misma red, no hay dos emprendedores que se parezcan en algo, salvo en su voluntad de hacer de la experiencia de otro el secreto de su propio éxito o estabilidad laboral.

Invertir en franquicias es una opción cada vez más atractiva para jóvenes con iniciativa y también para emprendedores de mediana edad con perfil senior, de espíritu comercial y con experiencia en riesgos que han capitalizado su finiquito.

Gracias a su tesón más de 58.000 empresarios consiguieron sobrevivir a 2008, apenas un 1% menos que el año anterior, en la que quizá es una de las estadísticas menos devastadoras del ya lejano inicio de la recesión económica.

Según la Asociación Española de Franquiciadores (AEF) el número de establecimientos descendió y, con él, el de puestos de trabajo (unos 5.000). La facturación y cifra de enseñas mantuvo su crecimiento hasta finales de año. A diciembre de 2008 el volumen de negocio de este sector era de 26.010 millones de euros (un 5% superior a 2007) y, su saldo, 32 cadenas más (875 en total).

«Hoy por hoy, la franquicia no es tanto una fórmula de empleo como de ayuda al emprendimiento», comenta Xavier Vallhonrat, presidente de la AEF, para quien cualquier reserva con la que se pueda pronunciar tal afirmación no está tan relacionada con la crisis como con la dificultad para conseguir la financiación. «Las ayudas están fallando de una manera clamorosa; para los franquiciados, a los que niega el acceso a la marca, y para los franquiciadores, que están viendo frenada su expansión», señala.

Por esta razón, en la AEF están convencidos de que, siempre que exista financiación y si se hace caso a una demanda -que «incluso está superando las previsiones»-, la franquicia puede ser «la mejor aliada del emprendedor sin experiencia».

Los sectores que siguen creciendo pese a la crisis son: servicios asistenciales, estética y belleza, gimnasios y energías renovables. «Pese a la crisis, la sociedad sigue pidiendo soluciones, algunas con más fuerza que antes», explica.