El grupo catalán siempre ha crecido con compras y su presidente, José Oliu, ha reiterado en los últimos meses su deseo de que el banco continúe ganando dimensión con adquisiciones. En sus últimas declaraciones públicas reconocía su interés en participar en la subasta para adquirir Cajasur. Por fin se desveló su movimiento: la entidad catalana ha alcanzado un preacuerdo de fusión con Guipuzcoano, el banco mediano español más pequeño. Ambas cúpulas cerraron los últimos detalles pendientes ayer en Madrid.
La complementariedad entre las dos entidades es casi perfecta. No hay duplicidades. Además, si al final BBK y Kutxa participan en la reestructuración de cajas no es descartable que vendan sus participaciones en el banco que preside Javier Echenique. La falta de liquidez en el mercado y la presión sobre la cuenta de resultados de los nuevos requisitos de provisiones por morosidad -que acortan el calendario y endurecen las dotaciones por los activos inmobiliarios- pueden influir también en la estrategia de independencia de Guipuzcoano.
Varias fuentes aseguran que el Banco de España ya habría mandado algunos mensajes a esta entidad, algo que el grupo vasco desmiente. En el sector indican que en un principio se sopesó acudir al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). Pero al parecer, Sabadell y Guipuzcoano sopesarían ahora realizar en su lugar una ampliación de capital, bien dineraria o basada en el intercambio de acciones, ante la buena acogida de la transacción por el mercado.
En las últimas semanas también se escuchó un rumor de otra fusión que ahora se desinfla: la unión de Sabadell con Banesto.
La cúpula de Banco Sabadell no ha dejado de moverse en estos días. Fuentes financieras apuntan a que sus máximos responsables ya han pasado por la sede del Banco de España para explicarles su proyecto, extremo este que no ha sido confirmado ni por el supervisor ni por la entidad catalana.
Hace dos semanas, José Oliu telefoneó a José María Arias, presidente del Pastor, para consultarle si estaba interesado en participar en una integración a tres bandas, propuesta que la entidad gallega rechazó. Fuentes oficiales de Pastor afirmaron a este periódico que "reiteramos una vez más que tenemos un proyecto propio que no contempla en modo alguno una fusión con Banco Sabadell". Entre tanto, desde la entidad catalana rehusaron hacer comentarios.
BBK y Kutxa controlan en conjunto el 25% del accionariado de Banco Guipuzcoano. Ambas entidades de ahorro han pasado de considerar su participación como "estratégica y defensiva" a colocar, más o menos, el cartel de venta sobre su subsidiaria.
Así lo han manifestado tanto Mario Fernández, cuando accedió en julio pasado a la presidencia de BBK, como Xabier Iturbe, máximo responsable de Kutxa. Las dos cajas, cuya su presencia hasta ahora se ha limitado al cobro de dividendos sin participar en la gestión ni en el consejo, rechazaron valorar una posible operación de venta. "Sobre Guipuzcoano no hay nada que decir", coincidieron en manifestar las entidades de ahorro. En el pacto de silencio se incluyó tanto el posible interés de venta de su participación como un eventual aumento de su presencia en el capital.
Si finalmente fructifica la operación de fusión entre Sabadell y Guipuzcoano, supondría la vuelta de la entidad catalana a un accionariado del que salió a principios de 2000, cuando vendió a BBK su 10,2%.